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La tradición de los XV Años en México inicia en las primeras horas del día, con una serenata dispuesta en casa de la niña que cumple 15 años y que en esos momentos se convierte en señorita, tradicionalmente se recurre al Mariachi, se interpretan «las mañanitas» y otros temas que tienen que ver con el significado del «paso de niña a señorita» que ese día vivirá.
Ese mismo día se lleva a cabo la misa de XV años para ello, la iglesia es adornada con flores y una alfombra roja, durante la ceremonia el sacerdote hace continuas recomendaciones directas a la festejada y a sus padres y padrinos para preservar su “dignidad, decencia y pureza”.
En algunos sitios del país se acostumbra hacer el recorrido en un coche antiguo o en una carroza en forma de calabaza, inspirada en la película la cenicienta de Walt Disney un automóvil antiguo o uno lujoso, siendo el máximo, una limusina adornada.
Al salir de la misa, se pasa a un estudio fotográfico, donde la Quinceañera se toma una serie de fotos que servirán como recuerdo de tan importante fecha.
El banquete de XV Años es quizá, sólo después de la misa, la parte más importante del festejo, puede ser un salón o un jardín alquilado. Sea cualquiera, se coloca una mesa de honor donde se sienta la joven con sus padres y padrinos, alrededor de ella el resto de los invitados; el primer acto lo inician el padre y el padrino quienes realizan el “brindis” en honor a la quinceañera y dan sus discursos festejando y previniendo sobre los futuros peligros y responsabilidades a los que deberá enfrentar en su vida adulta.
En el punto culminante de la celebración la festejada en compañía de un grupo de amigos “los chambelanes” y amigas “las damas de honor”, ejecutan una coreografía inspirada en los bailes de las cortes imperiales de principios de siglo XIX, la cual han ensayado desde meses atrás, instruidos por un coreógrafo profesional; aunque el cuadro de baile lleva el nombre de “vals” muy rara vez se ocupa este género
Después del Vals, la apertura de la pista, la cual es realizada por la Quinceañera, quién baila primero con el padre, después con el padrino, los familiares y amigos.
En algunas zonas del país se acostumbra que los primeros quince varones que bailen con la festejada le obsequien una rosa, lo que representa cada uno de los años celebrados; después, una vez realizado “el primer baile” el resto de los concurrentes pueden participar; el baile es normalmente amenizado por un conjunto musical o con música grabada.
La tradición de la fiesta de XV años dicta que la festejada baile el vals de «la última muñeca» la muñeca generalmente es de porcelana y la entrega una niña pequeña que representa la niñez de la Quinceañera que ha dejado atrás.
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